

Los restaurantes de Alcalá de Henares mezclan la tradición de la comida castellana con la vanguardia. La ciudad se ha convertido en uno de los destinos gastronómicos más importantes de la Comunidad de Madrid. La cuna de Cervantes no es solo la ciudad de las letras, en sus calles sobran los locales donde hacer un alto en la jornada turística para tomar un aperitivo, comer o cenar.
Dónde comer en Alcalá de Henares
La pregunta dónde comer en Alcalá de Henares se puede responder simplemente paseando por la ciudad, también se organizan varios eventos culinarios al año para orientar al cliente y promocionar los restaurantes locales. Las Jornadas Gastronómicas Cervantinas llegaron a su XXV edición en 2021. Durante una semana de octubre el comensal puede comprobar cómo se comía durante el Siglo de Oro y degustar algunas de las recetas que aparecen en El Quijote. Pero como afirma la asociación Alcalá Gastronómica, organizadora de las jornadas, la cocina local no es sólo tradición. La ciudad cuenta con grandes chefs que apuestan por la modernidad y la vanguardia. Las Jornadas Gastronómicas de Febrero son una excelente oportunidad para descubrir nuestros restaurantes y probar las recetas más creativas. En Alcalá también se puede aunar la literatura con los fogones en las Jornadas Gastronómicas Literarias del mes de abril que sirven para homenajear al Premio Cervantes del momento.
Está claro que no escasean los eventos gastronómicos, pero cualquier momento es bueno para disfrutar de los restaurantes de Alcalá de Henares. La oferta es muy amplia en comida tradicional castellana. Nunca va a faltar una buena sopa de ajo, migas, callos a la madrileña o cualquier asado de cordero o cabrito. La cocina de vanguardia también está ampliamente representada con un buen número de chefs jóvenes y emprendedores que emplean las técnicas más modernas junto a ingredientes de primera calidad.
Mención aparte merecen los dulces de Alcalá de Henares. La costrada o las rosquillas alcalaínas se suelen llevar la fama, pero no hay que olvidar las almendras garrapiñadas, las tejas o los penitentes de Semana Santa. Una gran variedad que los más golosos pueden encontrar en las pastelerías locales o como postre en los restaurantes.